AIHA Anuario del Instituto de Historia Argentina, vol. 24, nº 1, e210, mayo - octubre 2024. ISSN 2314-257X
Universidad Nacional de La Plata
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Centro de Historia Argentina y Americana

Reseñas

Reseña de Lida, M. y López, I. A. (comp.) (2023). Un golpe decisivo: La dictadura de 1943 y el lugar de Juan Domingo Perón. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Edhasa

ORCIDLOGO Gonzalo Rubio García

Escuela de Política y Gobierno, Universidad Nacional de San Martín/CONICET, Argentina
Cita recomendada: Rubio García, G. (2024). [Revisión del libro Un golpe decisivo: La dictadura de 1943 y el lugar de Juan Domingo Perón por M. Lida y I. A. López]. Anuario del Instituto de Historia Argentina, 24(1), e210. https://doi.org/10.24215/2314257Xe210

El título del libro, Un golpe decisivo, refiere a la importancia del golpe militar del 4 de junio de 1943, pues como afirman Ignacio López y Miranda Lida en la introducción, con posterioridad la figura de Juan Domingo Perón opacó la propia dinámica de la dictadura y su importancia. A través de la compilación de artículos propuesta, Lida y López ubican al líder militar en el lugar específico que ocupó en el gobierno y revelan la complejidad de su devenir político sin sobredimensionar su imagen. No sólo sortean -de forma acertada- las interpretaciones anacrónicas que sitúan el nacimiento del peronismo en 1943, sino que también evitan reducir el golpe a un eventual “huevo de la serpiente” de los golpes militares, ya que tuvo sus propias particularidades, mostrando su carácter “improviso y a contrapelo” (Lida y López, 2023, pp. 11, 16). Esta singularidad permite que los estudios del libro se organicen en dos partes que equilibran diferentes aspectos del golpe: la primera abarca el poder, la economía y el Estado, mientras que la segunda se centra en la cultura, la sociedad y la política.

La primera parte del libro se inicia con el aporte realizado por Hernán Camarero titulado “El Partido Comunista, el frente popular y el movimiento obrero antes y después de la encrucijada histórica de 1943”. Este trabajo examina las respuestas del Partido Comunista, el movimiento obrero y los frentes populares con anterioridad y posterioridad al 4 de junio de 1943. Camarero logra trazar la trayectoria que condujo en esos años a la pérdida de espacios y seguidores del Partido Comunista. Además analiza el impacto de la estrategia frentepopulista, que erosionó la tradición sindical clasista, y la irrupción del fenómeno peronista con su exaltación de la cultura obrera y anti izquierdista.

El segundo capítulo, “La economía argentina antes y después de la revolución de 1943”, escrito por Beatriz Bragoni y Patricia Olguín, analiza el desempeño económico sucedido en los años en torno al golpe. Se encuentra dividido en tres secciones. La primera estudia los coletazos de la crisis de 1930, el fin del comercio multilateral, la contracción de la demanda mundial de alimentos y las políticas proteccionistas llevadas adelante por los distintos países, incluyendo las respuestas argentinas. La segunda parte del capítulo analiza el impacto a partir de 1940 de la Segunda Guerra Mundial en la economía y la creación por parte del Estado de distintas empresas para profundizar el proceso de industrialización. Las autoras destacan los beneficios que obtuvo la Argentina del comercio exterior debido al incremento de los precios internacionales y la disminución de las importaciones, logrando una balanza comercial superavitaria, menor pérdida de divisas y la sustitución de productos importados. La tercera parte muestra el cambio que se efectuó desde la década de 1930 respecto al sistema tributario, momento en que se crearon y unificaron impuestos, consiguiendo un régimen centralizado que respondía a las necesidades del aumento en el gasto público del Estado.

El tercer capítulo, escrito por Claudio Belini y titulado “El golpe de 1943 y la industria: continuidades, rupturas y controversias”, analiza los aspectos de la política macroeconómica desde la década de 1930 hasta el ascenso de Perón al gobierno. El autor expone el proceso de transformación de las políticas industriales y los cambios estructurales que experimentó la economía argentina durante ese periodo, sustituyendo parcialmente el impulso de la demanda externa y orientándose hacia el mercado interno. El golpe de 1943 marcó el inicio de una nueva etapa en las relaciones entre el Estado y el sector industrial, implementado diversos instrumentos como la Secretaria de Industria y Comercio, la ley de promoción industrial y la fundación del Banco de Crédito Industrial, entre otros. Sin embargo, según Belini, estas iniciativas no lograron eliminar por completo la dependencia de los proveedores externos, un problema que persistió hasta los primeros años de la década de 1950.

Ignacio López aborda el cuarto capítulo de libro, “Los militares ante el golpe: rasgos institucionales y tiempos políticos de la dictadura de 1943”, en el que analiza al gobierno desde su estructura organizativa y su dinámica política. El autor destaca la relevancia que tuvo la designación de Pedro Pablo Ramírez como ministro de Guerra en la presidencia de Ramón Castillo (1942), al igual que la posible candidatura de Robustiano Patrón Costas para las elecciones presidenciales, eventos que avivaron las conspiraciones en los cuarteles, principalmente motivadas por el GOU (Grupo de Oficiales Unidos). Desde un punto de vista institucional, los militares otorgaron poder centralizado al Ejecutivo, clausuraron el Congreso y promovieron una agenda focalizada en propuestas industrialistas y pro obreras. En términos políticos, la interacción se centró en la censura de los partidos, especialmente en la represión al comunismo, mientras que el Estado se encargaba de promover distintas políticas de bienestar social, adoptar una posición neutral ante la Segunda Guerra Mundial y los acercamientos de Perón con diversos sectores para consolidar su base partidaria.

El siguiente capítulo, “Entre la recristianización y la cuestión social: las derivas de los católicos ante el golpe”, escrito por Miranda Lida, muestra el apoyo de la Iglesia católica al golpe y explica las cercanías con los militares a partir del anti liberalismo, los intereses particulares de la institución -como la enseñanza religiosa- y la expectativa que generaba el gobierno, ya que se lo consideraba capaz de disciplinar a la sociedad y de adoptar medidas de corte social. El temor al comunismo desempeñó un papel clave en el desarrollo de esas iniciativas. No obstante, la autora encuentra difícil presentar una imagen unívoca de los católicos en ese período, dado que varias ramas de la militancia católica desconfiaban tanto de Perón como de sus políticas sociales.

El sexto capítulo del libro, escrito por Pablo Canavessi y titulado “Los avatares del nuevo orden legal: trabajadores y patrones frente a la política laboral peronista”, explora la naturaleza de las reformas implementadas tras el golpe de 1943 y evalúa su impacto en las relaciones laborales. El autor muestra el nivel represivo que tuvo el gobierno militar con las organizaciones sindicales, incluso con las que mostraban baja conflictividad. En este contexto, Perón asumió en el Departamento Nacional del Trabajo, posteriormente transformado en la Secretaría de Trabajo y Previsión (STP), estableciendo un canal centralizado para el diálogo, los reclamos y las soluciones con los líderes sindicales. Canavessi describe las dificultades que encontraron las medidas de la STP para ser implementadas y señala la falta de originalidad que tuvieron los componentes legales de las reformas, mostrando al peronismo como un punto de llegada en materia laboral de un proceso que había comenzado décadas atrás.

La segunda parte del libro “Cultura, sociedad y política” comienza con el aporte realizado Pablo Buchbinder y Osvaldo Graciano titulado “Universidades y universitarios ante el golpe de Estado de 1943”. Los autores estudian el devenir del ámbito académico en los años del golpe a partir de algunas universidades destacadas como la de Córdoba, La Plata, Santa Fe y Buenos Aires. Los militares designaron al coronel Elbio Carlos Anaya como ministro de Justicia e Instrucción Pública, quien denunció el proselitismo partidario de estudiantes y profesores y la infiltración del socialismo. Anaya fue sucedido por el escritor Hugo Wast (Gustavo Martínez Zuviría), reconocido por su nacionalismo católico, quien profundizó la confrontación con las autoridades académicas y los estudiantes. Los militares cuestionaban la orientación liberal y cosmopolita de la vida académica, incluyendo la enseñanza del marxismo en las cátedras. No fue sino hasta 1945 que se ensayó una normalización universitaria basada en los estatutos vigentes antes del golpe. Sin embargo, como señalan los autores, una vez que Perón fue elegido presidente, las intervenciones en las universidades se reanudaron.

El octavo capítulo del libro, escrito por Sandra McGee Deutsch, se titula “Las mujeres antifascistas y el golpe”. Destacando la participación femenina antifascista, soslayada en las primeras investigaciones sobre este tema, la autora estudia a la agrupación Junta de la Victoria (JV), un grupo aliadófilo nacido en junio de 1941. Examina la decisión del gobierno militar por clausurar su actividad y confiscar sus bienes y fondos económicos, justificando estas acciones mediante la lucha contra el comunismo. La Junta siguió funcionando en la clandestinidad a partir de los lazos transnacionales, logrando reorganizarse hacia 1945 para reclamar por la legislación a favor del voto femenino. Se desintegró cuando el triunfo del peronismo, la victoria aliada y la ley de sufragio femenino de 1947 volvieron redundantes sus objetivos.

Francesco Ragno e Ignacio López son los autores del noveno capítulo del libro, “Los partidos políticos ante la dictadura de junio: Agrupaciones y dirigentes en vísperas de una época de transformación”. En su análisis exploran el camino que siguieron las principales organizaciones políticas frente al golpe de 1943, evaluando su respuesta ante la guerra y la represión gubernamental, así como las percepciones que desarrollaron sobre la dictadura. Montevideo se convirtió en el refugio principal para muchos exiliados, quienes formaron una identidad opositora centrada en criticar las ambiciones políticas de Perón y caracterizar al régimen a partir del fascismo y la demagogia. Sin embargo, aunque los autores mencionan los contactos entre agrupaciones nacionalistas como FORJA y los militares, no profundizan exhaustivamente en este aspecto.

El penúltimo capítulo del libro, “Cuando los militares llegaron a los estudios de radio”, escrito por de Andrea Metallana, analiza la relación de los militares con las emisoras del sistema radiofónico en uno de sus momentos de mayor apogeo. Con la designación de Gustavo Martínez Zuviría, mencionado anteriormente, las tensiones con la industria se profundizaron. Durante los años de la guerra, el sistema argentino de radiodifusión buscó proporcionar un sentido de comunidad mediante la intervención del gobierno en las emisoras radiofónicas. Los militares prohibieron diversos personajes y artistas, principalmente debido al lenguaje utilizado, aunque también buscaron imponer un mayor contenido nacional y se preocuparon por construir legitimidad desde la radio. Esta dinámica cambió hacia 1947 cuando el gobierno de Perón tomó posesión legal de las emisoras e intensificó el control con sus políticas de expropiación.

El último capítulo de libro, “Cruzar la línea de trinchera. Las revistas Sur y Criterio frente al golpe”, escrito por Miranda Lida, se encuentra estructurado en dos partes que analizan las respuestas de estas destacadas revistas ante el gobierno de 1943. La autora explora la reacción incómoda de Sur ante el golpe frente a las simpatías que, como era de esperar, manifestó Criterio. Victoria Ocampo, directora de Sur y una acérrima aliadófila, convirtió la liberación francesa en su causa personal, una posición que podía sostener debido a que no dependía de los fondos del gobierno para la publicación de su revista. De todas formas, la publicación no fue censurada, principalmente por tener un público específico de lectores, principalmente ligados al mundo literario. En contraste, el análisis sobre Criterio se encuentra desbalanceado, ya que se examina profundamente el devenir de la publicación con anterioridad a 1943, pero solo se mencionan brevemente las primeras simpatías de su director, Gustavo Franceschi, con los militares y sus dubitaciones para apoyar a Perón en las elecciones presidenciales.

En su conjunto, con los diferentes artículos que presentan los compiladores, a los que se suma la exhaustiva introducción que da inicio al libro, se analiza un período fundamental para entender el devenir de la Argentina en la segunda mitad del siglo XX. No sólo se examinan las propias dinámicas del golpe de 1943, estudiando profundamente los años previos y posteriores, sino que esta apuesta se realiza desde múltiples perspectivas que abarcan desde la historia política e intelectual hasta la historia cultural y económica.

Recepción: 21 diciembre 2023

Aprobación: 16 abril 2024

Publicación: 01 mayo 2024



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